lunes, agosto 17, 2009

Homenaje

Saliva de un diablo es esa llovizna.

Fue
a dejar flores en la tumba de un poeta.

Son pétalos de sangre o una bala
una piedra,

llovizna,
siempre en el mundo todos callan. [1]




1. En 1943, en el centenario de la muerte de Hölderlin
–el gran poeta alemán-, el gobierno nacionalsocialista
lo honra con más de trescientas muestras de homenaje.
Ante su tumba, Adolf Hitler dejó una de ofrenda floral.

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